Los productores de vino de la localidad de Miranda de Ebro (Burgos) esperan poder contar en un plazo de dos o tres años con su propia denominación de origen, lo que les permitiría usar el nombre de chacolí en sus productos, algo para lo que actualmente no tienen autorización legal a pesar de que defienden que tradicionalmente se producía este tipo de vino en la zona. Tras dar el primer paso para lograr esta figura de calidad, que fue la constitución de la Asociación de Vitivinicultores del Alto Ebro, actualmente se están realizando los estudios técnicos necesarios que serán presentados al Gobierno autonómico para que éste valore la viabilidad del proyecto y una vez aprobado pueda seguir con el resto de trámites administrativos.
En el término de Miranda de Ebro existen a día de hoy dos bodegas que elaboran este producto y unas 12 hectáreas de viñedos que se han plantado destinadas a producir uva para la elaboración de vino. Koldo Madariaga, presidente de la Asociación de Vitivinicultores del Alto Ebro, espera que para cuando consigan la denominación de origen, puedan contar ya con entre 6 y 10 bodegas en la zona, pero reconoce que aún queda mucho trabajo por delante para convencer a los pequeños empresarios y productores de que apuesten por este proyecto.
A propósito del malestar que esta iniciativa ha generado entre los productores del Txakolí vasco, Koldo Madariaga asegura: “Cada uno defiende lo suyo. Yo respeto otras opiniones, pero no las comparto. Creo que el chacolí es una mención tradicional de un tipo de vino elaborado en determinadas zonas y que todo el que cumpla los parámetros para llamarlo así podrá hacerlo”.
Estudio Lingüistico
Por otra parte, el Instituto de la Lengua de Castilla y León (ILCYL) ha anunciado que realizará un estudio sobre el origen de la palabra chacolí que seguirá criterios exclusivamente científicos con el objetivo de probar científicamente que este tipo de vino se elaboraba y consumía en el norte de Burgos hace siglos. El Gobierno autonómico ha desvinculado este estudio de la solicitud de los viticultores de Miranda de Ebro. Los resultados se espera que estén listos para el próximo otoño.
