La producción de miel de calidad depende en gran medida de la buena localización de las colmenas. Ello bien lo saben los hermanos Rodríguez Manjón (Ananías y Lucio), quienes desde 2012 llevan dedicándose a la apicultura, teniendo más de 600 colmenas en las comarcas de Las Loras, el Tozo, Hoces del Río Ebro y Rio Rudrón. El ciclo biológico de las abejas requiere necesidades que varían a lo largo del año, siendo adecuado que las colmenas se encuentren rodeadas de zonas forestales que permitan la alimentación de las abejas a partir de las flores silvestres como el brezo, lo cual favorece la calidad de la miel. La cera de sus colmenas se funde para hacer láminas que se colocan en los marcos de las estructuras que se utilizan para fabricar panales.
Miel de las Loras obtiene dos cosechas al año que trabaja de forma artesanal, una en primavera, más reducida, y otra más abundante en verano, cuyas características organolépticas destacan por su consistencia como un líquido viscoso que se vende en tarros de cristal de 1 kilo ó 500 grs., de cristalización rápida y color ámbar oscuro con reflejos ocres. El proceso de cristalización es común en todas las mieles donde factores como el paso del tiempo, descenso de la temperatura y concentración de glucosa dan como resultado su habitual aspecto denso.
Aromáticamente la Miel de las Loras posee una agradable intensidad, destacando notas de origen floral. En boca tiene suave sabor dulce y con un bouquet atractivo. Su consumo suele ser más habitual en los gélidos días invernales, pero sin embargo siempre aconsejamos su uso a lo largo de todo el año por las beneficiosas propiedades para la salud, ofreciendo excelentes posibilidades como edulcorante natural de postres típicos burgaleses como las orejuelas o acompañante de quesos frescos de Burgos junto con frutos secos.
Empresa … Ananías Rodríguez Manjón
Sede … Polígono Villalonquéjar
Producción … 4.000 Kilos
Publicado en Diario de Burgos el 10 de marzo de 2017 (edición impresa)
