Colacho
El Colacho es una fiesta tradicional que se celebra anualmente en la localidad burgalesa de Castrillo de Murcia. Lleva celebrándose ininterrupidamente desde 1621.
Se trata de un día festivo en el que el Colacho, personaje grotesco ataviado con una botarga de colores y cubierto por una máscara, se lanza, en representación del diablo, a fustigar con una cola de caballo a las gentes del pueblo que le increpan con insultos. A lo largo del recorrido los lugareños levantan altares de flores, para que, a su paso, el Colacho haga una parada y salte por encima de los niños que ese año hayan nacido en Castrillo de Murcia. El domingo, los vecinos del pueblo adornan sus casas con mantos y rosas. Frente a estos altares, en el suelo, se colocan unos colchones sobre los cuales y momentos antes de la llegada de la procesión, se tumban a los niños nacidos en el año. Tras finalizar la procesión, la gente va a “las eras”, donde amenizará la fiesta un grupo de baile castellano. Durante los bailes el atabalero pronunciará un discurso y finalmente se beberá vino y comerá queso y pan, que gratuitamente reparte la archicofradía de Minerva.