Apenas finalizado el trabajo en #Fiduero2014 me dispongo a volar a Puerto Rico. Viajo con Bodegas Ismael Arroyo para visitar a uno de los importadores más conocidos de la isla, Ballester Hermanos, y presentar el nuevo vino ValSotillo Finca Buenavista.
Mala época para viajar a un estado de USA, pues son fechas cercanas al acto terrorista de las torres gemelas, el 11 de septiembre, y el control es agobiante, tanto a la salida de Barajas como en inmigración en Puerto Rico.
Pasados todos los trámites y con siete días por delante, nos disponemos a disfrutar de la isla, su gastronomía, paisajes, cultura… Tengo un gran interés en conocer la cocina criolla, y para ello pido recomendaciones, pues queremos evitar a toda costa la gran oferta de establecimientos de estilo americano.
Además queremos conocer el nivel de introducción de los Vinos de Ribera del Duero en el país y la primera impresión es muy positiva. Los riberas están presentes en las cartas de la mayoría de los restaurantes que visitamos en las zonas del Viejo San Juan, Santurce o Puerta de Tierra. También en algunos locales de Condado, barrio preferido de los turistas, sobre todo americanos, y por lo tanto, donde es recomendable preguntar para evitar los fast food o aquellos lugares donde encuentras de todo, desde sushi a paella española.
Pero nos sorprende asimismo ver cómo en los supermercados más grandes dedican amplias secciones a los vinos de todo el mundo. Y allí destacan igualmente los vinos de la @DORibera del Duero. ¡Más de 30 referencias! encontramos por ejemplo en uno de la Avenida de Diego, en Puerta de Tierra. Desde San Esteban de Gormaz pasando por la ribera burgalesa y hasta la de Valladolid. Y de los principales importadores puertorriqueños: Ballester Hermanos, Suárez, Fernandez Hermanos, Méndez…
En un restaurante nos aseguran que los puertorriqueños tienen preferencia por los riojas, riberas y vinos de California. Y hay que decir que los vinos ribereños maridan muy bien con la contundente comida local.
Y hablando de gastronomía… el plátano es omnipresente. Imprescindible probar la preparación más típica, mofongo (un cuenco que preparan con el plátano machacado y luego frito) relleno de carnes (churrasco), vegetales, marisco… Y son también muy populares como acompañamiento los tostones (plátano machacado y frito) y las mariquitas (finas láminas de plátano que se fríen hasta quedar muy crujientes). Se puede encontrar mofongo de yuca, algo más ligero.
Están también los asopaos, (sopas) que se asemejan a nuestros cocidos, cazuelas de pescados o mariscos, (se hacen distintas elaboraciones con camarones), salmón, mero, manitas de cerdo. El arroz, muy presente en muchos platos. Vemos ingredientes y formas de elaboración de influencia española, pero también tropical, es una mezcla interesante.
Son frecuentes los restaurantes que están reinterpretando los platos locales para ofrecer variaciones más originales y quizás un poco más ligeras, pero aún así… contundentes.
Nos dicen que Puerto Rico importa todo: pescados, carnes, frutas… ¡hasta el café y la melaza para elaborar sus afamados rones! Con el tiempo, se ha perdido la agricultura en esta isla. Nadie quiere dedicarse a ello, si bien están iniciándose algunos proyectos de empresarios locales, sobre todo con el café, y parece que también se han interesado por cultivar cacao para elaborar chocolates. Hay una casa local, Forteza, que los ofrece con hasta el 85% de pureza (¡Mis favoritos!).
Y con estos chocolates tan potentes y los exquisitos postres dulces puertorriqueños, ¡no os imagináis lo bien que maridan los vinos de la DO Ribera del Duero!
Nos quedan aún unos días más de experiencias y aquí seguimos …dispuestos a disfrutarlos!!!
