Tiempo tardaré en olvidar la luna nueva de junio de este año, ya que han sido 4 semanas en las que he dado un paso adelante y 5 pasos atrás, como si hubiese caído en desgracia a los dioses; en muchos momentos me sentí como Teseo, reptando a oscuras en el húmedo laberinto del minotauro cretense, con la soledad que él tuvo que sufrir, sabiendo que en cada esquina, podría encontrarle el hijo del Rey Minos, y con él su perdición. No lo achaco todo a la suerte, también mi torpeza ayuda mucho a mis desgracias, pero cuando tus dedos se arrastran buscando ese hilo de Ariadna que te lleve fuera del terror, y no lo encuentras, acabas hundiéndote más y más en el fango.
En esos instantes te sería muy fácil, tirar la toalla, rendirte no sólo a la evidencia, sino dando la razón a aquellos, cercanos y lejanos, que buscan lastrar tu camino, aunque a veces sea con el arma de la verdad. En esta ocasión, mi lucha con el demonio ancestral quedó en tablas, pero bien saben los olímpicos que pronto volveré a adentrarme en esa oscuridad, y quizás, con la ayuda de Atenea y de mi Musa, logre derrotar por siempre al minotauro, a ese animal que representa, mi propia rendición a esta pasión de escribir.
Afortunadamente, tras todo ciclón llega la calma,y también en mi caso, sentía enormes deseos de brindar por la llegada del verano, que no del esquivo buen tiempo, a mi ciudad castellana; el calor anima a probar rosados, y tras varios Cigales, turno era ya para este rosado burgalés, elaborado por la Bodega @EnologicaWamba, y cuya primera visita (aquí te lo contaba) glosa aquí mi buen amigo Leopoldo Roldán.
Hasta no hace mucho, semanas diría yo, mi opinión sobre los rosados como vinos menores estaba mas asentada que las raíces de un árbol en la fecunda tierra, pero los años y los vinos te demuestran que cada uno de ellos, cumple una función, y la de los rosados es evitar que bebamos demasiada agua con la canícula…
…y sobre este genial rosado Lyna 2012 te cuento más y en detalle …aquí!
